La regulación sanitaria es el conjunto de normas, políticas y procedimientos que establecen las autoridades sanitarias para proteger la salud pública y prevenir la propagación de enfermedades, a través de la supervisión y control de la calidad de los productos, servicios y procedimientos médicos que se utilizan en la atención sanitaria.
La regulación sanitaria abarca diversas áreas, como la prevención y control de enfermedades infecciosas, la seguridad alimentaria, la seguridad de los medicamentos y dispositivos médicos, la seguridad de los trabajadores sanitarios y la protección ambiental, entre otras.
El objetivo principal de la regulación sanitaria es garantizar que los productos, servicios y procedimientos médicos cumplan con los estándares de calidad y seguridad requeridos para proteger la salud pública, y que sean accesibles y asequibles para todos los sectores de la población.
Las regulaciones sanitarias son establecidas por las autoridades sanitarias de cada país y se aplican a nivel nacional, regional y local. Estas normas pueden variar según el país, y a menudo están sujetas a cambios y actualizaciones para mantenerse al día con las nuevas tecnologías, avances científicos y cambios en la epidemiología de las enfermedades.